Seguridad.

La tranquilidad de saber que tu mundo no va a cambiar, que la gente que quieres se mantendrá a tu lado para siempre. Que eres imprescindible y amado, te puede convertir en esa persona cabezona e intolerante que todos llevamos dentro, no tener nada que perder, porque estás convencido de ser el beneficiario legal de todo el amor de la gente de tu alrededor, te puede cegar ante la posibilidad de que el amor hay que regarlo, que hay que estar pendiente y aceptar alguna de sus ilusiones como propias, el amor no se consigue y se derrocha durante una vida, se conserva concediéndole de vez en cuando algún deseo.

La seguridad, la tranquilidad y la paz mal gestionada puede ser el mayor castigo para un humano.

Gabriel: Sólo intento inspirar a la humanidad para que sea lo que debe ser.
Constantine: ¿Entregando la tierra al hijo del diablo? Ayúdame a derrotarlo.
Gabriel: Os ha sido concedido un valioso don. Todos vosotros tenéis garantizada la redención por el creador. Asesinos, violadores, pederastas. Todos sólo tendréis que creer y Dios os acogerá en su seno. En ningún otro lugar del universo puede una criatura cometer tales actos, excepto el hombre. No es justo. Si el buen Dios os ama tanto, yo os haré merecedores de ese amor. Llevo observándoos mucho tiempo. Sólo ante la fuerza del horror encontráis lo más noble de vosotros. Y podéis llegar a ser tan nobles. Así que os procuraré el dolor. Os enfrentareis al terror. Para que podáis sublimarlo. Para que todo aquel que sobreviva a este Reino del infierno en la Tierra pueda ser digno del amor de Dios.

Constantine 2005

Es como si solo cuando duele, pudieramos o quisieramos ser todo aquello que se espera de nosotros, como si en ese justo momento, aceptáramos la supervivencia del otro por encima de la nuestra, aunque en el día a día sosegado y tranquilo, no cedamos ante nada.

Saludines,
YoMisma