Diógenes

Es como una necesidad continua de almacenamiento, como si nada se pudiera desechar simplemente porque no sirve, tal vez, en algún momento pueda volver a ser útil, tal vez en alguna otra situación sirva para algo, tal vez si se modifica esto o si cambia con el tiempo lo otro, se podrá mantener en alguna tarea que ahora ni sirve ni comprende.

Siempre es el mismo sentimiento, de descartar algo para siempre, que en algún momento impreciso del futuro puede que sirva.

Mientras se espera, sigues manteniendo un lugar, un tiempo para eso, por el "Por si" mueves cosas y encuentras nuevos modelos de almacenamiento sólo por una expectativa que puede o que no pase, así se acumulan a tu alrededor, botones, camisetas viejas, vestidos por si alguna vez vuelves a tener la talla de hace diez años, trocitos de papel que en algún momento fueron entradas de cine, con alguien, especial o no, ya ni recuerdas de qué trataba la película, apenas eres capaz de reconocer el título, pero si lo tiras... No tendrás nada, no habrá recuerdos sobre los que indagar... no habrá pasado.

Conforme han ido pasados los años, lo que empezó como una anécdota infantil se está convirtiendo en un grave problema adulto, has recopilado trastos durante tres década y eso empieza a pesar, en todos los sentidos, cuesta recoger, cuesta ordenar cajones, cuesta andar por casa y verlo libre de trastos, sabes que la mayoría de las cosas no las utilizarás nunca, y si simplemente desaparecieran ni siquiera las echarías de menos, pero lo que más cuesta por encima de todas las cosas, es el hecho de deshacerse de ellas, que llegado el momento de la despedida, decidas tirarlo a la basura, deshacerte de esa parte de ti, por insignificante que esta sea.

Hay veces que incluso este sentimiento lo mantienes con las personas, eres alérgica a separarte para siempre, de lo que sea y de quién sea, bueno, no de todo mundo, siempre hay excepciones, pero te cuesta horrores dejar a alguien, aunque no sea por las razones obvias y coherentes por las que las personas prefieren mantenerse al lado de sus seres queridos.

Es el miedo al fracaso, al abandono, a la traición, decidiste compartir, mantener esa relación, has hecho todo lo que estaba en tu mano para que saliera adelante y si ahora abandonas, nada servirá, todo se habrá perdido sin sentido.

Piensas en eso con la mirada perdida en la tele, sería tan fácil no tener que tomar la decisión, simplemente que todo aquello inútil que te ata desapareciera, en un instante y para siempre.

En las noticias, un incendio de proporciones gigantescas ha asolado las viviendas de millares de familias, la gente llora desesperada por perder los recuerdos de una vida, y justo en ese momento, vislumbras la solución...

... Puedes hacer que todo parezca un accidente.

Saludines,
YoMisma