Jugamos a las cartas.

Yo abro la mano con una carta cualquiera “Hola qué tal? buenos días”
Tú me sigues la jugada “Buenos días, me estoy vistiendo para ir al gimnasio”

Parece una mano normal.
La baza se queda en la mesa y juego una peligrosa. “Este finde tampoco bajo, he quedao”
Te cabreas y juegas la peligrosa “No nos quieres y no vienes a vernos”
Me defiendo como puedo “Me han surgido cosillas, y no hace tanto”
Sigues la baza “Se va a pasar un mes sin que nos veamos”
Me desesperas “A veces las cosas salen así y he quedado con los colegas”
Sigues en tus trece y juegas la desesperada “Y tus amigos de aquí? se van a olvidar de ti”

Me matas, “Después de una vida juntos se van a olvidar de mi por un mes sin verlos? ni que fueran pececillos!”

Esto solo ha sido una batalla, la guerra no ha hecho más que empezar.

Saludines,
YoMisma

Charla

Es una reunión rara, como la de alcohólicos anónimos, pero esta más bien debería llamarse, Crédulos Anónimos, Confiados Anónimos, o algo así.

Nos sentamos juntos y trato de hacerte entender porqué me duele tanto, tú en vez de llamarme cansina me dices que lo entiendes, que a ti te ha pasado exactamente lo mismo y no eres capaz de entenderlo tampoco.

El dolor es el mismo, la incredulidad es enorme, pero tus palabras me dan tranquilidad, no es un caso puntual, no soy la única.

Existe por un momento en mi cabeza la certeza de no ser culpable de nada, solo la víctima. Trato de conservar este sentimiento, estoy segura de que volverán a fallarme las fuerzas y será sobre tus palabras sobre las que construiré mi cordura.

Gracias.
YoMisma