Durante todos aquellos años, él fue beneficiario de la infinita generosidad de las mujeres, pero también su víctima, porque tanto perdón hizo posible la más profunda y más dulce de todas las corrupciones, es decir, la idea de que no hacía nada malo.
Los Versos Satánicos - Salman Rushdie

El libro no lo he leído, bueno empecé, con tanto revuelo que se organizó tuve que comprarlo, no sé si es que me cansé pronto o es que no era para tanto, o no entendí el revuelo, o no me preocupé, fue en una época en la que devoraba libros, y lo compré, luego no lo leí y el pobre empezó a criar polvo.

Años más tarde lo volví a intentar, aunque realmente era el primer intento de abrirlo, no creo haber leído más de tres o cuatro capítulos, pero me tropecé con esto en la página 18, y solo este trozo compensó su compra, en aquel momento me encontraba perdida en una relación y este fragmento me desveló la verdad, me explicó la situación y me resolvió mis problemas.

Pocas cosas me han venido tan al pelo en un momento de mi vida, pocas cosas me han ayudado tanto con tan pocas palabras, y pocas cosas las he aprendido de memoria como esto.

Y la conclusión es obvia después de leerlo, si eres tan buena como para perdonar, si realmente perdonas de corazón, y si lo haces demasiado a menudo, solo conseguirás que no se valore, que ya no cuente como que está mal, que no se note que te hacen daño.

Hay cosas que cuando suceden ya no se pueden ignorar, no se pueden perdonar, porque ya nada será igual, porque el cambio ha sido descorazonador, porque si se perdona es malo y si no se perdona también, son esas cosas de las que no te puedes reponer, que con las opciones que se te dan, ninguna de ellas te lleva a la solución.

¿Y como he caído en esto ahora? ¿En algo tan triste? Porque el protagonista del libro, de quien habla este trozo, se llamaba igual que el malo de Hell Boy, que fue lo que vi ayer en la tele, dichosa dislexia!

Saludos,
YoMisma

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Por mi parte, os recomiendo el libro "El Gran Juego" de C. Martin Perez, es de lo mejor que he leido y me ha servido para muchas cosas.

Saludos

Laia... dijo...

Una gran cita sin duda. Y una verdad más dolorosa que una patada en la boca.

Alejandro dijo...

Me he pasado!
No he leio na, pero ya lo haré. Al menos ya tienes algo registrado desde sevilla!
Bss!

Bea dijo...

Tuve en el pasado una experiencia muy similar con ese libro: lo cogí, lo abrí, empecé a leer y por alguna razón en la página X dejé de prestarle atención. Al pobre.

En cualquier caso también me pasó algo parecido con otro libro, "El dragón Rojo" de Thomas Harris (la precuela de "El silencio de los corderos"). El mejor de la trilogía en mi opinión. En ese momento yo también estaba en un momento un tanto extraño y cuando llegué a un diálogo en el que hablaban del protagonista, uno decía:

"-No sé si se da cuenta de lo que está pidiendo.

-Que me aconseje, eso es lo que le pido.

-No me refiero a mí.- respondió el doctor Bloom.- Lo que le pide a Graham. No quiero que lo interprete mal, y en circunstancias normales no lo diría, pero creo que debe saberlo: ¿Cuál cree que es uno de los principales motivos de Will (Graham)?

Crawford meneó negativamente la cabeza.

-El miedo Jack (Crawford). Este hombre lucha contra un miedo enorme.

-¿Por qué le hirieron?

-No, no es sólo por eso. El miedo es producto de la imaginación, es un castigo, es el precio de la imaginación."

Me sentí totalmente reflejada.

Astarté dijo...

Qué barbaridad, venía yo humildemente a agradecerte tu visita y ver qué se cocía por aquí y me encuentro una revelación en toda regla. Estas epifanías no son muy frecuentes así que gracias, querida. Edición de bolsillo a 9.95. El lunes me lo he comprado. Decidido. Beso!