ouch!

Hay muchas cosas que la gente recuerda o sabe y yo no me he planteado seriamente memorizar ni por un segundo, no distingo izquierda de derecha, por lo tanto lo mío nunca podrá ser un movimiento rápido, porque primero tengo que razonar la dirección y luego dirigirme hacia allí.

Aún así, aunque parece incluso a mis ojos que no mantengo ningún dato en la azotea, tengo 5 direcciones de correo electrónico, o más, me sé la contraseña del súper online, de las tiendas de outlet, de mi pseudónimo en el feisbuk y el de mi vida real, la de la tarjeta, para el banco, la contraseña de SeñoraHermana del feisbuk y si me esfuerzo la de su correo, la del ebay, y muchas más. Soy casi la reina de las contraseñas(diría de Internet, pero sé que alguien es capaz de resucitar de su muerte blogueril solo para hacerme callar).

Así que con tantas cosas es muy normal que si alguien quiera comprar algo en ebay y le falten conocimientos o cuentas bancarias asociadas termine mandándome un mail para que lo compre yo, no hay ningún problema, pujo, lo compro y lo envío a la casa del interfecto, cuando pueda que me pague, hasta ciertas cantidades por supuesto.

La pena ha sido que ahora yo también quiero ese software, que no lo encuentro al mismo precio competitivo, que por algún error en vez de ir a casa de mi colega, a llegado el paquete a mi casa, que por más que busco por ahí no encuentro la versión en Español, que inicialmente no creía necesitar.

Tengo el software sin desembalar al lado del ordenador, no lo puedo/quiero abrir, soy buena amiga, lo he pagado, pero mi PepitoGrilloParticular, (ParejaEstable) dice que no lo puede abrir e instalármelo tampoco, que no es mió y que a su futuro dueño hay que dárselo tal nos lo han enviado.

Recuerdo el día que llegó, tenía en la web el albarán donde ponía la dirección de mi colega, podría haberme apoderado de él y reñir con el señor vendedor porque no me había llegado a la dirección especificada, y en vez de eso, opté por hacer las cosas bien…

Ouch!

Saludines,
YoMisma