De Provincias

Hace unos años no tenía ni pajolera idea de qué significaba esto, vamos, ni idea, ni idea. Luego lo empecé a intuir, sacándolo de contextos y al final, conozco gente que usa esta expresión.

Creo que solo puedes decirla si realmente no perteneces al grupo, teniendo en cuenta que yo si que pertenezco, pues es obvio que no tenía ni idea de para que servía.

Es una forma muy políticamente correcta de decir hay gente que no vive en una urbe inmensa, hay gente que conoce a sus vecinos, y que van por las calles saludando a otras personas. Es decir “de pueblo” pero con cuidado.

No sé, no me gusta como suena, sé que vivir un pueblo-pequeña-ciudad, tiene muchas desventajas, sobre todo cuando te vas haciendo mayor, y te sabes la comidilla de demasiada gente que ni conoces.

Me gusta la Capital precisamente por eso, puedo ir al cine sola, sin miedo a encontrarme a alguien y me mire como “vaya persona más triste que tiene que ir sola al cine” puedo vestirme de pordiosera e irme a comprar trapitos, sin que nadie me mire raro. (Me encanta vestirme de pordiosera, voy cómoda y nadie se plantearía robarme el bolso)

En mi PequeñaCiudad hay demasiadas arpías de mi adolescencia, a las que les encanta pasarme un escáner completo mientras hablan conmigo, es como si pensaran que no me doy cuenta, empiezan por los pies y lentamente me inspeccionan totalmente, si voy con ParejaEstable, primero empiezan por él.

Si voy sola se aferran a sus novios y me miran con cara de absoluta felicidad, como si salir a comprar ropa con tu pareja fuera la cosa más divertida del universo.

Si no voy sola y voy con Madre, tengo que disfrazarme igual que cuando voy al trabajo, no se me permiten deportivas, ni pantalones rotos, no le gusta mi chupa de cuero y me pregunta que si no me voy a maquillar que tengo mala cara. Todo esto lo hace porque si nos encontramos alguna de sus amigas, quiere chulear de hija y sacar pecho, yo solo quiero comprar ropa, divertirme y estar cómoda, no ir todo mona para que se vaya al traste cuando entre en el primer probador.

De todas maneras echo de menos mi PequeñaCiudad, con el tiempo he adquirido la capacidad de hacerme la loca, mejor que nadie, y a no ser que las pise, saludo a muy pocas arpías, me ha ayudado el hecho de haber envejecido mejor que ellas y que al no ver claros signos de debilidad, prefieren pasar, no sea que al final salgan mal paradas.

Y el hecho de saludar a gente, a mi gente, de poder encontrarme de casualidad a Moscu, a Aburrida, o a cualquiera de ellos, me llena de felicidad, los echo de menos, y sé que podría verlos más, pero luego llega el fin de semana y ando cansada y secuestrada por Madre.

El día a día, es lo que quiero con ellos, un café, una comida. Aunque ello implique tener que tener un día “vox populis” con mucha gente que saque estadísticas de mis idas y venidas.

Saludines,
YoMisma