A la batalla!

Quedar con MariPuri a tomar café es de esas experiencias que te endurecen para el día a día, que despiertan todos tus sentidos y que te fortalecen o te matan, no hay medias tintas con MariPuri.

Cualquier cosa que comentes, que oiga que dices, porque generalmente no hay nada en mi vida que considere que ella tiene que saber, lo analiza meticulosamente, como si de eso dependiera la integridad del mundo libre.

Es una tarea agotadora justificar porqué aunque parece que va a llover, me he traído manga corta, porque aunque las mujeres somos totalmente autosuficientes y capaces de cualquier cosa, reservo para ParejaEstable la reparación de la instalación eléctrica.

Cualquier cosa está, bajo su criterio, mal en mi vida.

Cuando quedamos, obviamente con más gente, noto como el escaneo hacía mi persona ocurre sin ningún tipo de tapujos de arriba abajo lentamente, quedándose con cualquier detalle.

No soy una persona que se pueda definir por su perfección en el vestir, así que supongo que sentirá una placentera sensación cuando encuentra un pelo de Mascota en mi jersey.

MariPuri es tan analítica de su medio que es capaz de oler un cigarro desde el salón de su casa, si un vecino está fumando en el rellano. Impresionante.

En contra de intentar esquivarla, ella me avisa de que el lunes tendrá un rato libre, así que si queda la panda, que no me olvide en llamarla, si yo soy la persona con la que más trato tiene, miedo me da lo que pensarán los demás.

Pero no me escondo ni intento que note que me tiene la cabeza loca, considero que sería una ganancia en esa táctica de autodestrucción que le profesa a todo el mundo, sé que no soy especial en su vida, trata a todo el mundo igual, pero al menos trataré de sacar algo beneficioso de la experiencia, hablar con ella debe por narices, hacerme una persona más sutil, capaz de deslizarse por el contexto sin que pueda despertar ningún tipo de comentario, alguien dueño de la palabra y sobre todo, alguien capaz de controlar esos sentimientos de asesino que no había experimentado hasta que no la conocí.

Saludines,
YoMisma