El código de Madre

(Ella seguramente lo negaría, es posible que incluso lo haya olvidado, pero a mi se me quedó grabado, como tantas cosas con las que me comió la cabeza cuando era una cría)

Los conocimientos que Madre me ha inculcado se dividen en muchas áreas, hoy hablaré de las Mentiras.

Madre no ha sido una madre de esas que intenta protegerte ante la vida, que no te cuenta la verdad y que te permite vivir en una burbuja, de la que a la fuerza te sacan en la adolescencia, es cierto, que aún así tuve bastantes problemas, pero ella hizo todo lo posible para que la verdad, sobre el genero humano y sus tejemanejes no tuviera secretos para mi.

No intentó ocultarme que la gente miente, y me dijo que estaba feo, pero si no quedaba más remedio si había que hacerlo, puso ante mí la manera exacta de actuar, no hay nada peor que decir una mentira y que te pillen, así que lo mejor es evitar esto último por todos los medios.

• Nunca, nunca dejes testigos. Puedes mentir sobre cualquier cosa, pero lo más importante es que realmente nadie sepa la verdad, que la mentira solo sea creada, utilizada y recordada por uno mismo. Si alardeas sobre los resultados o lo cuentas a alguien que no es capaz de mantener la boca cerrada, no mantendrás tu credibilidad mucho tiempo.
• Manten tu “verdad” eternamente. Madre estaba convencida que lo que nos aprisionaba eran las mentiras, así que si dijiste que no salías por ahí porque no estabas en la ciudad, lo lógico era no coger el teléfono ni salir a la calle en todo el día.
• Se consciente de a quien mientes, Madre tolera las mentiras por cortesía, las mentirijillas y los verdades a medias, todo esto bajo el lema de que si vas diciendo la verdad por ahí a todo el mundo, lo más posible es que te cargues los sentimientos de más de uno, por lo tanto todas están justificadas. Una mentira más gorda, como por ejemplo a ella, tiene que ser estudiada, tienes que calcular el daño que realizarás si se entera, y calcular el impacto, y sobre todo, no ser nunca pillado, o las consecuencias pueden ser catastróficas. (Es como si después de darme todo el poder se diera cuenta de aquello que acababa de entregar, sabiendo que iba a ser imposible pillarme, solo pidió no enterarse nunca (más maja))
  

Con estas reglas sencillas te explica que hay que hacer para mantener una mentira, para poder mentir sin que te atrapen y parecer sincero, han sido reglas bastantes útiles, que ciertamente he terminado aplicando con ella, más que con nadie, con el tiempo he ido retractándome de algunas y contándole la verdad. No me tiene rencor.

De todas maneras, lo que más duro resulta al mentir, no es mantener una mentira, no es no poder contar a los colegas ciertas cosas porque ya has mentido a alguien y se les puede escapar, lo más triste es mirar a la cara de alguien que amas, ver en su mirada la confianza absoluta hacia ti, y no ser capaz de olvidar ni por un segundo, mientras sostienes su mirada, que le ocultas algo que solo con mencionárselo jamás volverá a mirarte así. No soy partidaria de la mentira, más allá del “Qué guapo estás” para animar a alguien que ves chungo, no tengo la fuerza suficiente para acarrear con la estabilidad de un corazón en mis manos.

Saludines,
YoMisma