Mi ex

Las relaciones son difíciles, se tienen altibajos, se hacen promesas y sobre todo se promete amor eterno.

Es lo que son las relaciones, primero lo ves como algo muy positivo en tu vida y que te aportará muchos beneficios a nivel personal y luego conforme va pasando el tiempo empiezas a ver todo lo que se te había ocultado, hay cosas que cambian y a las que no le das más importancia, y hay otras que si que te importan, pero decides correr un estúpido velo.

En mi caso después de diez años, llegó un punto que lo que adquirí en una primera instancia no era en absoluto lo que tenía, la letra pequeña cada vez me tocaba más las narices, y aunque la pereza de tener que dejarlo era superior a mi, al final no te queda más remedio que empezar los trámites de la separación.

Y justo en aquel momento es cuando se hace encarnizada, terminamos fatal, me quitó más dinero de lo que era justo, porque cuando estas enamorado o accedes de más a favor del otro, no te das cuenta donde te estas metiendo, porque aunque no estas bien sigues planeando cosas juntos y haces planes a largo plazo que al final no puedes llevar a cabo, y entonces pierdes, pero te da igual, llegado un punto pagas lo que haga falta, solo quieres escapar de sus garras y de sus falsas promesas.

Me rompió el corazón, tenía toda mi vida planeada, tenía un montón de bonos para que las llamadas me salieran más baratas, bonos de esos de “para toda la vida” ¡una mierda! Tenía otro que englobaba todos los móviles de mi familia bajo una sola factura y cada uno podía gastar dinero y el consumo mínimo era global para todos, esto era una ventaja, porque Padre nunca llama y tenía móvil sin tener que pagar una cuota mínima.

Pero de un día para otro, aquello que yo creía inquebrantable y por lo cual me mantenía a su lado desapareció, dejaba de existir mi modo de facturación y las llamadas que realizaba a la gente del bono no computaban como consumo mínimo. Un atraco a mano armada.

Cambié de compañía, pero tuve que pagar un contrato de permanencia de todos los móviles de la familia, que mira por donde no habían terminado, aunque las condiciones de facturación si que eran diferentes a las que firmé y en teoría eran ellos los que faltaban a su palabra.

Gasto como la mitad menos, lo que me alegra, y me siento tonta por no haber dado el paso antes.

Mi ex publica ahora un nuevo tipo de contrato con multitud de ventajas, y en un cartel enorme, por donde paso todas las mañanas, se lee en letras súper grandes “PARA SIEMPRE” y me duele, que siga como siempre, que pretenda vender un amor eterno, a otros incautos que confíen en su palabra, y me gustaría avisarlos a todos y que no se dejaran engañar, ni engatusar, que no es tan bueno como se vende. Pero creo que es ilegal.

Solo espero que leáis lo mejor posible la letra pequeña, y que no os lo crucéis por vuestro camino.

Saludines y suerte,
YoMisma