Devoradora

Este post está especialmente dedicado a todos vosotros, escritores de blogs! Seguidores y lectores, y que a la vez leo.

Cuando yo era joven, Padre estaba subscrito a “El Redondo de Lectores”, y yo era totalmente adicta. Devoraba libros, siempre tenía alguno que quería leer, y si no era el caso, era un placer ojear la revista en busca de mi nueva adquisición. Todos los meses había que comprar algo o darse de baja y yo era la que mantenía viva la suscripción. Madre me los pagaba arrugando la nariz.

La lectura era mi ocio, mi vida y mi otro lado del espejo, no me aburría en absoluto, y me quedaba tan absorta en mi tarea, que no recuerdo letras, solo tengo imágenes y sensaciones en mi memoria. Y todo era genial.

Mis notas nunca han sido deslumbrantes, eran modestas, no me costaba ningún trabajo obtenerlas, y viendo el tiempo que les dedicaba no eran tan malas, pero claro, eso no contentaba a Madre, siempre iba con prisas y casi todos los exámenes me los preparaba la tarde de antes, no me preocupaba demasiado, pero cuando uno estudia en el filo de la espada, en cualquier momento resbala y suspende. Y suspendí selectividad por 0.03, tristísimo, y perdí un año, preparándomela de nuevo, porque me presenté en Septiembre.

Los libros por aquella época seguían siendo mis amigos inseparables, y Madre en algún momento ató cabos y decidió que para que terminara la carrera alguna vez había que borrarme del Redondo de Lectores.

Cuando no se quiere estudiar no se estudia y punto, bajo la extorsión y el mareo no se estudia tampoco, la injusticia no te hace más trabajador, te enseña a como engañar a tu carcelero y te hace construir planes para salir, para escapar de tantas normas.

Se hizo muy difícil guardar mis libros para que no me pillara leyendo, imposible, además de que con tanto estrés por no ser descubierta, era imposible meterse en la historia, poco a poco lo tuve que ir dejando, se suponía que era ocio, y empezaba a ser demasiado estresante. Me enganché a los videojuegos, ya he dicho que si no se quiere estudiar no se estudia, y era muy fácil decir que estaba programando y cambiar de tarea, imperceptible.

He tardado mucho tiempo en terminar la carrera, tanto, que perdí el hábito, sabía que una vez había leído, pero se me antojaba lejano y una pereza enorme me embargaba, no es que no encontrara libros que me interesaran, me daba miedo darme cuenta que ya no podía meterme en la historia, que no podía terminarlo, miedo comprobar que ya no era lectora, miedo a descubrirlo.

Ahora viene el agradecimiento: ¡GRACIAS! Porque con vuestros relatos he vuelto a leer, con vuestras historias he vuelto a revivir lo que es estar enganchada a una historia, y con vuestros post sobre los libros que leéis al final, me picó el gusanillo, más que el miedo a no poder hacerlo, desde entonces, a paso lento pero constante, me he leído uno, me falta nada para terminar otro, al que estoy muy enganchada, y acabo de hacer un pedido de otros tres…

Lo he echado muchísimo de menos, y sé que no hubiera podido volver sin vosotros.

Gracias,
YoMisma

18 comentarios:

Inagotable dijo...

A mi también me pasó lo mismo, entre la carrera y la informática los libros pasaron a un segundo plano. Para cuando quise recuperarlos me costaba mucho centrar la atención en la historia porque estaba acostumbrado a las lecturas rápidas de Internet.

Pero poco a poco y con libros buenos (a poder ser) se retoma de nuevo :)

Ane dijo...

uff... sí es que leer, es lo mejor del mundo.
Bueno, vale, hay más cosas...

En mi pueblo, han organizado un book-crossing, donde en cada cafetería, hay un cesto con libros y puedes cogerlos, sin tener que apuntate ni nada, y cuando lo lees, lo dejas en otro sitio.

El caso, que me enrollo... que me he llevado tres, y aun no lo he devuelto!!!

Y es que no puedo remediarlo... ^^

si, bwana dijo...

Efectivamente este invento del Blogueo, además de revivir la costumbre de leer, hace renacer la de escribir.

Sil dijo...

¡Sorpresa! ¿Cuál te has leído? ¿Cuál estás terminado? ¿Cuáles has pedido?

Yo ahora tendré que aparcar la lectura de mis libros para iniciar los de la carrera. Pero es que la tengo que terminar este año sí o sí.

Un beso :)

dintel dijo...

No concibo la vida sin leer, tanto es así que también deboraba los libros de texto.

YoMisma dijo...

La verdad es que la venita de escritora va a mejor :)

He mejorado la ortografía, que era el primer daño colateral que me fastidiaba, jamás había tenido faltas de ortografía. Aunque sea un pelín dixlesica.

Me reservo el post de persona culta...

Cuando lleguen los otros tres librejos os cuento.

Besotes,
YoMisma

Deambulando con Artabria dijo...

Lo mío con la lectura va por rachas. A veces devoro libros sin parar y otras paso meses sin tocar ninguno. Depende de mi estado de ánimo, del trabajo.......

Ángel dijo...

Pues yo como tú, antes leía cual ratón de biblioteca y con la carrera (y el ordenador) lo dejé de lado.

Pero trabajando en Madrid con todo el tiempo que se pierde en transporte público he vuelto al hábito y ahora leo libros (eso sí, en un ebook, para chulo yo :P).

Jose dijo...

A mi me paso un poco igual. Mi madre era del redondo, y cuando no sabia que pedir (que eran muchas veces) acaba diciendome que mirara la revista a ver que libro queria...

Aunque en mi familia nunca ha habido habitos lectores, yo si los tuve, pero nadie me los coarto como a ti.

Eso si, hubo algun momento, que entre los estudios y tal, mi habito ya no era tan habitual...

Aunque hace unos años, (como comenta Angel justo antes que yo), gracias a los tiempos muertos de los viajes en transporte publico, los transforme muchas veces en recuperar ese buen habito. Y ahora, pues eso, que el dia que no tengo algo para leer, hasta el viaje se me hace mas largo.

P.D.- Algo mas en comun con Angel, yo tambien leo en digital ;)

Laque dijo...

Me sentí muy identificada con tu entrada. Como tú dices si no quieres estudiar no estudias. Ahora mismo recuerdo tardes verano en mi habitación "estudiando" mientras me inventé un uego con clips de colores.

Identificada tb con tardar mucho en hacer la carrera, en mi caso como 15 años una carrera de 5. Qué sufrimiento!

Y lo de leer tanto se nota pq ahora escribes genial. Me encanta leerte.

La Queli dijo...

Pues yo me sigo considerando una devoradora de libros, que me leía uno cada noche, con el consiguiente agotamiento ocular, que me llevaba a estar leyendo una semana y dejarlo por dos o tres días.

Ahora, por culpa del pc y los blogs, apenas cojo un libro y es que .... me teneis completamente enganchada.

Pero sarna con gusto no pica, jejeje. ;)

Sandra dijo...

Yo es q leo desde q tengo uso de razón, no sabria estar sin un libro, quiero decir sin leer un libro, no q siempre lo lleve encima, que tambien es el caso, vamos q dentro del bolso va el libro por lo q pueda pasar.

Resumiendo, que gran placer este de la lectura.

Como cogas carrerilla te lees lo q no te has leido en todos estos años ;)

Besos.

X dijo...

Pues vaya, yo soy el peor lector del mundo, de niño leía bastante pero en 2002 internet se cruzó en mi vida y se sanseacabó. :P

Ѕilυiα dijo...

A mi me pasó pero porque pasé una épòca muy mala en la que no era capaz ni de concentrarme para leer dos líneas. Mi blog en parte me sirvió de terapia. Besos!

Claire dijo...

Yo tuve que dejar de leer para sacarme el carnet de conducir... fue horrible. Pero trabajaba todo el día, y o dejaba de leer y me ponía a estudiar de noche, o me hacían indefinida en la autoescuela jejeje... Besitos.

S. dijo...

pues de nada jajajjaj aunque ultimamente no tengo mucho tiempo para escribir,yo era de las que se leina sinuhe en media mañana.

Laia... dijo...

Yo también fui adicta al circulo de lectores de la suscripción de mi madre... aix! :_)

Fiebre dijo...

No está bien hablar mal de la madre de nadie, pero la tuya (pensando en hacer un bien) cometió un error.
La lectura es Patrimonio Universal. De hecho, si tuviera un hijo y no quisiera estudiar, me sentiría tranquila de que al menos leyera. Eso es un poso que se va quedando. Fija la ortografía en la memoria, adquieres conocimientos que no sabes ni que tienes...
La lectura es un pequeño milagro.
Yo soy la tonta del libro en la mano. Y cuando estoy en Madrid, en el metro, cenando sola en cualquier terraza, lo llevo pegado a mí con Superglue.