Cuando te vas, siempre, siempre dejas un hueco.

Y el hueco a veces, se convierte en un abismo y la gente a la que dejas colgada lo llena con otras cosas.

Madre siempre me recuerda lo rápido que me fui de casa una vez que terminé la carrera, que encontré trabajo y me fui a la Capital, y que no había buscado lo suficiente por mi CiudadNatal, es cierto, después de todo el tiempo de más que le eché a mi carrera y lo mal que estuve con mi escasa capacidad económica, y con lo que ya había oído todos los sermones posibles sobre mi poca capacidad de estudio y mis pocas ganas de trabajar, y de tantas normas, lo único que quería era vivir, vivir mi vida y que nada me impidiera eso.

Salí corriendo, lo sé, y los dejé a todos, los quiero un montón, pero después de toda una vida ya habíamos cogido malas normas de conducta, y yo siempre sería una niña desastre, ni más ni menos. Actué por rabia, por desesperación, con la única idea de demostrar que no soy tan mala en todo lo que me proponga, que solo era mi adolescencia, y como tal, no quería estudiar.

Dejé a SeñoraHermana con Madre, se quieren y no se soportan a partes iguales, dejé a los colegas, después de verlos a todas horas la cosa se empezó a reducir, y por este maravilloso sistema de trabajo y vacaciones, ni siquiera coincidimos demasiado.

Ahora vivo en un limbo cuando vengo, en el que todos intentan verme, y quedar, en el que se plantean cosas cuando aparezco, no es como antes, lo agradezco, pero no es como antes, me gusta que ellos hagan su vida, y que quedemos si puede ser, pero ese “puede ser” se convierte en eterno.

Creo que se llama hacerse mayor, me toca la moral, tener que despedirme de Moscu (mi mejor colega) o de Aburrida (mi mejor colega chica) sin saber exactamente cuando volveré a verlos, y llamarlos por teléfono y no saber si se habrán olvidado de mi o me podrán hacer un hueco, porque no sé cuando podré encontrar otro. Me toca los co**nes tener que decirles adiós a LaFamilia por la ventanita del coche, cuando vuelvo a Capital para trabajar otro día más.

Sé que para conseguir cosas hay que perder otras, sé que no me arrepiento de haberme independizado, sé que lo volvería a hacer si tuviera que volver a elegir.

Pero eso no quita que me imagine a mi misma si no hubiera tomado todas estas decisiones.

Se me quedó triste, media horeja de Internet y me sale esto...

Las vacas bien, en serio, ni secuestrada todo el día como quisiera Madre ni fuera del zulillo enorme que nos habilitan mis padres como quisiera SeñoraHermana, me debato entre dos aguas intentando que ya que he ido a verlos estén todos bien.

Hoy me he gastado el sueldo en trapejos y esta noche salgo con los colegas, así que contentilla.

Nos leemos en nada.

Saludos,
YoMisma