Nuevo Mundo

Por supuesto no es mi primera incursión en tierras desconocidas, por descontado no soy de esos hombres de espíritu débil que a la primera sacudida del barco, echan por la borda su dignidad y la primera papilla que les dió su madre. Aún así estaba nervioso, hoy por fin era el desembarco, llegaríamos a aquellas islas después de aquel viaje agitado y lleno de prisas por parte de todo el mundo, la tripulación, el capitán y sobre todo de mí mismo, sólo quería ver lo que me encontraba allí.

La selva nunca me ha asustado, no soy el tipo de hombre rudo como una roca al que nadie osa enfrentarse, pero con el tiempo lo que mi cuerpo no ha sido capaz de proporcionarme por el camino de la intimidación de mis iguales, lo ha conseguido una mente despierta, que seguro he heredado de mi abuelo materno, con ello siempre he conseguido el respeto de mis superiores y el desconcierto de más de un compañero.

No sé que ha sido exactamente lo que hizo, que en el último viaje de suministros a estas inexploradas islas, se incluyera mi nombre entre el de otros, pero el proyecto me entusiasmó desde el mismo momento en el que me hicieron conocedor de él.

Hasta el sillón más cómodo se puede volver una jaula, para el que ve su destino inmutable sobre tan cómodo asiento

Desenterrar todas mis pertenencias de antiguas empresas, me dió un aire juvenil y una ilusión que hacía años había perdido, la selva me esperaba, todo el inmenso mundo por conocer estaba allí, a mi alcance y ya me veía por aquella tierra inhóspita conociendola como la palma de mi mano.

El primer día solo ha sido de reconocimiento, nos enseñaron los territorios que rodean al campamento base, somos las unidades de refresco de otras que empezaban a perder la esperanza de ser capaces de hacerse con aquel vasto mundo, aunque encuentro mi mismo entusiasmo en otros compañeros que ya están aquí, se han adaptado como pueden a esta tierra naranja con vegetación de un color tan oscuro que todo parece carbón, no he perdido ni un ápice de ese frenético entusiasmo que me impide ver cualquier problema solo como una oportunidad, una excusa para deshacerme de mi cómodo y monótono sofá, siempre al pie de mi chimenea.

Mis nervios han desaparecido, mi único problema real era imaginarme el estado de ánimo que rodeaba el campamento, no creo haberme perdido mucho aunque mi llegada se haya visto retrasada por los cambios de las mareas en mi viaje, y el ambiente solo es como el de otros campamentos que he visto antes cuando la toma de contacto con el terreno ha sido tan insignificante que aún no se ha definido ningún problema real.

Pienso disfrutar de este tiempo, como de todas las aventuras que me esperan y que están por descubrir, saborearé mi libertad, el olor de la brisa de este mar amarillo y terminaré acostumbrandome al color de su tierra, este será mi nuevo emplazamiento y reclamaré para mi espiritu cada una de sus oscuras palmeras.

17-07-13 de la Nueva Era



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué tal van las exploraciones selváticas?? Espero que la expedición tenga éxito!

I.