Mi Precioso Tiempecito

Es una cantidad pequeñita y dependiente de cada vez que empieza un nuevo día, 24, casi como para cualquier persona, a esta cantidad le tengo que quitar 8 para dormir, 10 en el curro, desde que salgo por la puerta de casa hasta que vuelvo, ya solo me quedan 6, de estas 6 tengo 1,5 en pasear a la mascota, (resultado por ahora 4,5) 0,5 en higiene diaria, 1 más en alimentación fuera del curro, con su consecuente preparación, me quedan 3, en el mejor de los casos, es el tiempo libre que tengo al día, este tiempo multiplicado por los 5 días de la semana laboral, 3X5 = 15 es el tiempo que tengo para poner lavadoras, comprar cosillas necesarias para la supervivencia, tender, seguir haciendo vida con los seres vivos de mi casa…

Y luego está el fin de semana, bonito concepto que últimamente solo uso en ir a comprar víveres y en desplazamientos, correr para ir al super, correr para ir a ver a la familia, volver para casa… limpiar las pelusas, terminar de hacer los baños y pasar la aspiradora al salón, más lavadoras… Impresionante, mi tiempo libre invertido en cosas como sobrevivir a la semana que viene, ni más ni menos.

Así que hay que entender que cuando tengo la posibilidad de disponer de dos horas libres (dígase de ese tiempo en la que ya me da todo igual y he decidido no hacer nada más, necesario o no) me gusta que merezca la pena. El no tener ropa limpia, que no haya qué comer o diversas carencias que asumo, ya que estoy perdiendo comodidad, para poder hacer algo que me gusta, me gustaría, valga la redundancia, que la cosa por la que he sustituido una necesidad, valga la pena, si es por perder el tiempo a lo tonto, no tengo muy claro para qué lo estoy haciendo…

Es lo único que me queda al final de la semana, mi precioso tiempecito, ese tiempo que me he ganado para vivir, después de trabajar para compra comida que me permite seguir viviendo, y que me ha sobrado después de sumar y restar los debes y los haberes. Ese tiempo que dedico a tumbarme a la bartola, en total libertad, y que me da la vida, la felicidad y me mantiene cuerda, al menos en mis límites razonables.

Saludos,

YoMisma

2 comentarios:

Capitán Clostridium dijo...

Si algo sé, es que el tiempo no tiene dueños. Cuando te lo pasas bien, parece desaparecer. Cuando trabajas o te aburres, se hace eterno. Cuando llega el fin de semana, ya es lunes. Y así, pasan los años, y los años, y llegamos al post tuyo de la 3ª edad.

YoMisma dijo...

No me digas na.

Y esa sensacion de no saber si hiciste no se que cosa hoy o ayer, porque se solapan los días.

:S

Gracias por los comentarios ;)